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Domina las posturas de yoga más difíciles para una práctica desafiante

¿Listo para superar tus límites? Explora las posturas de yoga más difíciles como King Pigeon, Eight-Angle, Firefly y más para una práctica avanzada y desafiante.

Posturas de yoga más difíciles

El yoga es una práctica que no sólo fortalece el cuerpo sino que también desafía la mente y el espíritu. Si bien existen innumerables posturas de yoga que ofrecen diversos beneficios, algunas posturas se destacan por ser particularmente difíciles y requieren un alto nivel de fuerza, flexibilidad y equilibrio. En esta sección, exploraremos diez de las posturas de yoga más difíciles que superarán tus límites y llevarán tu práctica a nuevas alturas.

Postura de Paloma Real

La postura del rey paloma, también conocida como Rajakapotasana, es una flexión hacia atrás profunda que requiere fuerza y ​​flexibilidad. Esta postura se dirige a los flexores de la cadera, los cuádriceps y el pecho y al mismo tiempo estira los hombros, el abdomen y el cuello. Para adoptar esta postura, comience en la posición del perro boca abajo. Lleva la rodilla derecha hacia adelante y colócala detrás de la muñeca derecha, con el tobillo derecho cerca de la cadera izquierda. Extienda la pierna izquierda hacia atrás y baje el cuerpo al suelo, manteniendo las caderas cuadradas. Desde aquí, lleva tu mano izquierda hacia atrás y agarra tu pie o tobillo izquierdo. Levanta el pecho y arquea la espalda, mirando hacia arriba. Esta postura no solo desafía tus habilidades físicas sino que también abre el centro del corazón, promoviendo sentimientos de apertura y vulnerabilidad.

Postura de ocho ángulos

La postura de ocho ángulos, o Astavakrasana, es un desafiante equilibrio de brazos que requiere una fuerte fuerza central y superior del cuerpo. Esta postura no sólo fortalece los brazos, las muñecas y los hombros, sino que también activa los músculos abdominales y mejora el equilibrio. Para adoptar esta postura, comience sentado con las piernas extendidas frente a usted. Doble las rodillas y coloque las manos en el suelo, los dedos apuntando hacia adelante. Cambie su peso sobre sus manos y levante las caderas del suelo, cruzando el tobillo derecho sobre el muslo izquierdo. Desde aquí, inclínate hacia adelante y engancha tu pie derecho alrededor de tu brazo izquierdo, doblando los codos y bajando el pecho hacia el suelo. Extiende tu pierna izquierda hacia un lado, paralela al suelo. Esta postura requiere concentración, determinación y voluntad de confiar en tu propia fuerza.

Postura de luciérnaga

La postura de la luciérnaga, o Tittibhasana, es un equilibrio avanzado del brazo que requiere tanto fuerza central como isquiotibiales abiertos. Esta postura no solo fortalece los brazos, las muñecas y los hombros, sino que también estira la ingle y la parte interna de los muslos. Para adoptar esta postura, comience en cuclillas con los pies separados a la altura de las caderas. Coloque sus manos en el suelo frente a usted, con los dedos apuntando hacia adelante. Cambie su peso sobre sus manos y comience a estirar las piernas, levantando las caderas hacia el cielo. A medida que sus piernas se enderezan, lleve las rodillas hacia la parte posterior de la parte superior de los brazos, apoyándolas lo más cerca posible de las axilas. Comience a levantar lentamente los pies del suelo, extendiéndolos hacia adelante. Involucre su núcleo y respire profundamente mientras encuentra equilibrio y estabilidad en esta postura desafiante.

Postura del pavo real

La postura del pavo real, o Mayurasana, es un poderoso equilibrio de brazos que requiere fuerza central y superior del cuerpo fuertes. Esta postura no sólo fortalece los brazos, las muñecas y los hombros sino que también mejora la digestión y estimula los órganos abdominales. Para adoptar esta postura, comience arrodillado con las rodillas separadas a la altura de las caderas. Coloque sus manos en el suelo frente a usted, con los dedos apuntando hacia su cuerpo. Doble los codos y baje el pecho hacia el suelo, manteniendo los codos pegados a los costados. Mueva su peso hacia adelante y levante los pies del suelo, colocando las rodillas sobre la parte posterior de los brazos. Extiende las piernas detrás de ti, activando tu núcleo y encontrando el equilibrio. Esta postura desafía tu fuerza física y tu concentración mental, y requiere que confíes en tus propias habilidades.

Postura de la mano de pie hasta el dedo gordo del pie

La postura de la mano de pie al dedo gordo, o Utthita Hasta Padangusthasana, es una postura de equilibrio que requiere fuerza, flexibilidad y concentración. Esta postura no solo fortalece las piernas, los tobillos y los pies, sino que también mejora el equilibrio y la concentración. Para adoptar esta postura, comience de pie con los pies separados a la altura de las caderas. Cambie su peso sobre su pie izquierdo y levante el pie derecho del suelo, doblando la rodilla y llevando el talón derecho hacia las nalgas. Baje la mano derecha y agarre el dedo gordo del pie derecho, extendiendo la pierna frente a usted. Comience a estirar lentamente la pierna, manteniendo el equilibrio y enfocando la mirada. Esta postura desafía tu estabilidad física y concentración mental, permitiéndote explorar tus límites y ampliar tus límites.

Postura de Escorpión

La postura del escorpión, o Vrschikasana, es una flexión hacia atrás avanzada que requiere un núcleo fuerte, hombros abiertos y una columna flexible. Esta postura no sólo fortalece los brazos, los hombros y la espalda, sino que también mejora el equilibrio y aumenta la movilidad de la columna. Para adoptar esta postura, comience en una posición de tabla con los antebrazos y los codos directamente debajo de los hombros. Camine con los pies hacia adelante, permitiendo que las caderas se levanten hacia el cielo y el pecho se mueva hacia la cabeza. Comienza a doblar lentamente las rodillas y lleva los pies hacia la cabeza, arqueando la espalda y levantando el pecho hacia el cielo. Esta postura desafía tu fuerza física y flexibilidad al mismo tiempo que fomenta una sensación de rendición y confianza en tu propio cuerpo.

Postura de saltamontes

La postura del saltamontes, o Parsva Bhuja Dandasana, es un equilibrio de brazos que requiere fuerza y ​​flexibilidad. Esta postura no sólo fortalece los brazos, las muñecas y los hombros, sino que también estira las caderas y la ingle. Para adoptar esta postura, comience sentado con las piernas extendidas frente a usted. Doble la rodilla derecha y coloque el pie derecho en el suelo, acercando el talón derecho al isquion derecho. Doble la rodilla izquierda y cruce el tobillo izquierdo sobre el muslo derecho, colocando el pie izquierdo en el suelo cerca de la cadera derecha. Cambie su peso a sus manos y comience a levantar las caderas del suelo, manteniendo los codos ligeramente doblados. Involucre su núcleo y lentamente comience a estirar los brazos, encontrando equilibrio y estabilidad en esta postura desafiante.

Postura de bastón invertido con una pierna

La postura del bastón invertido con una sola pierna, o Eka Pada Viparita Dandasana, es una flexión hacia atrás avanzada que requiere un núcleo fuerte, hombros abiertos y una columna flexible. Esta postura no sólo fortalece los brazos, los hombros y la espalda, sino que también mejora el equilibrio y aumenta la movilidad de la columna. Para adoptar esta postura, comience sentado con las piernas extendidas frente a usted. Doble las rodillas y coloque las manos en el suelo detrás de usted, con los dedos apuntando hacia su cuerpo. Cambie su peso sobre sus manos y levante las caderas del suelo, extendiendo las piernas hacia adelante. Comience a levantar lentamente una pierna del suelo, extendiéndola hacia el cielo. Involucre su núcleo y respire profundamente mientras encuentra equilibrio y estabilidad en esta postura desafiante.

Postura de cuervo lateral

La postura del cuervo lateral, o Parsva Bakasana, es un equilibrio de brazos que requiere fuerza y ​​equilibrio. Esta postura no sólo fortalece los brazos, las muñecas y los hombros, sino que también activa el núcleo y mejora la concentración. Para adoptar esta postura, comience en cuclillas con los pies separados a la altura de las caderas. Coloque sus manos en el suelo frente a usted, con los dedos apuntando hacia adelante. Cambie su peso sobre sus manos y comience a girar su torso hacia la derecha, llevando su codo izquierdo hacia la parte exterior de su muslo derecho. Planta tus manos firmemente en el suelo y levanta los pies del suelo, manteniendo el equilibrio sobre tus manos y brazos. Involucre su núcleo y encuentre estabilidad en esta postura desafiante, respirando profundamente y enfocando su mirada.

Postura de tortuga

La postura de la tortuga, o Kurmasana, es una flexión profunda hacia adelante que requiere flexibilidad en las caderas, los isquiotibiales y la columna. Esta postura no sólo estira la espalda, los hombros y las caderas, sino que también fomenta la introspección y la entrega. Para adoptar esta postura, comience sentado con las piernas extendidas frente a usted. Doble las rodillas y coloque las manos en el suelo frente a usted, con los dedos apuntando hacia adelante. Comience a bajar lentamente el pecho hacia el suelo, llevando la frente hacia las rodillas. Mientras bajas, dobla los codos y lleva los brazos detrás de las piernas, juntando las manos. Esta postura desafía tu flexibilidad física y fomenta una sensación de rendición y liberación.

Incorporar estas desafiantes posturas de yoga en tu práctica no solo pondrá a prueba tus límites físicos, sino que también aportará un nuevo nivel de profundidad y exploración a tu yoga Journey. Recuerde abordar estas posturas con paciencia, respeto y sentido de curiosidad. Como ocurre con cualquier práctica de yoga, es importante escuchar a tu cuerpo y respetar tus límites. Acepta los desafíos y celebra el progreso que logras a lo largo del camino. Namaste.

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